Mi familia y yo hemos vivido en urgente durante toda nuestra vida hasta que mi hermana ya no podía cursar más años en la escuela. Desde entonces subo todos los fines de semana.
La zona de Teruel por la que voy a mi pueblo es muy árida con extensas mesetas y pequeños macizos de color rojizo.
Para ir a Argente pasó por Villalba, Alfambra y Perales, donde aún están las estaciones de ferrocarril creadas en la dictadura de Primo de Rivera. Después, pasó por Visiedo y ya por fin llego a mi pueblo.
En Argente se protagonizó la última carga de caballería de la Guerra Civil española por parte de los nacionales. También se cuenta que estuvo hospedado Ramiro II el Monje en una cueva que ahora recibe el nombre de Cueva del Monje.
Siempre me ha gustado mucho el pueblo, me trae muchos recuerdos y todos bonitos. La carretera por la que voy apenas hay tráfico, dos o tres coches. Aquí se refleja la España vacía y olvidada, en la que cada vez menos gente quiere ir a visitar su pueblo, aunque solo sea un fin de semana.
El viaje que me gustaría hacer es visitar todos y cada uno de los pequeños pueblos de Aragón; porque la vida en el pueblo es mucho más pura y familiar, y por eso no lo cambiaría por nada.
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